Problemas en el vertido de fábrica

ORIGEN DEL PROBLEMA

Una empresa de reciclaje de plástico tenía un doble reto frente a él; reducir la conductividad en el vertido de fábrica hasta el valor impuesto por la Administración y adicionalmente disminuir los costes de operación del proceso, especialmente el coste asociado a los productos químicos empleados.
Las necesidades de agua y productos de mayor consumo, incluyendo la sal destinada a la regeneración de los descalcificadores de fábrica están indicados en el cuadro adjunto:

PROBLEMA

Como se deduce del cuadro anterior, el principal aporte de sales al vertido es generado en el proceso de regeneración de las resinas del descalcificador mediante salmuera y en el consumo de sosa utilizado en el proceso de limpieza del plástico reciclado. La regeneración de resinas aporta un incremento de conductividad al vertido de 3.800 µS/cm y la limpieza del plástico de 2.000 µS/cm.
Por otra parte, el agua de aporte a la fábrica presenta una conductividad y dureza muy elevadas, impidiendo que se pueda trabajar con tasas de concentración optimizadas en los sistemas de refrigeración y de producción de vapor necesarios en el proceso.

SOLUCIÓN

ODYL, S.A. presentó una solución técnica que incluía la instalación de un proceso de desalación mediante ósmosis inversa para un caudal de agua de 15 m3/h en sustitución de los equipos de descalcificación, con el objetivo de reducir la salinidad al vertido en un 50%.
En paralelo se recomendó un producto desarrollado por el departamento de I+D+i de ODYL,S.A. para mejorar el rendimiento de los baños de sosa para reducir su consumo en el proceso de limpieza.
De esta forma, el diagrama de flujos de la fábrica quedó modificado según se muestra a continuación:

RESULTADO

El proyecto de instalación de una planta de ósmosis inversa ejecutado por ODYL, S.A, resultó en la reducción del valor de conductividad del agua de vertido por debajo del límite impuesto por la Administración. Adicionalmente, la reducción del gasto en sal y las purgas de calderas y torres de refrigeración permitieron amortizar el coste de inversión de la instalación en un plazo inferior a un año.